Mantener la calidad de la transparencia electromagnética de los radomos de las antenas es esencial para la seguridad y el funcionamiento vital de las aeronaves en vuelo. Los radomos no deben crear interferencias ni degradar la capacidad de transmisión y recepción de la señal, y es necesario realizar pruebas de los radomos para verificar su funcionamiento preciso.
Las características de los radomos de las aeronaves no deben interferir con el rendimiento de los sistemas de radar para garantizar una transmisión óptima para la gestión de las condiciones meteorológicas, la cizalladura del viento y las turbulencias, la planificación de las rutas en vuelo y la navegación segura en general. Los procedimientos de reparación y prueba de los radomos siguen estando sujetos a las regulaciones y directrices estandarizadas por la RTCA, como las actualizaciones más recientes en el RTCA-DO-213A. Los avances tecnológicos, ya sea en las antenas o en las técnicas de prueba, han impulsado el progreso y la precisión en las pruebas de rendimiento de los radomos.
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